Apasiona percibir la búsqueda del autor de una humanidad que está en constante evolución y desafío de las normas y estereotipos sociales. El poeta se expresa con viveza; y de forma reflexiva se sitúa entre la victoria y el fracaso para hacer posible lo imposible y alcanzar la la vibración del espíritu en el ánimo de cada palabra.

En ANIMA MUNDI IV Fernando Marín hace que la sensibilidad ocupe mayor espacio que la imaginación, pues se trata de un elemento menos expuesto en su obra. Esta colección constituye una dualidad entre lo afectivo y lo intelectual. El poeta crea pero hace pensar. Por eso los versos de Marín cobran intimidad pues el lector es quien le da la importancia justa a cada pensamiento que brota cuando se introduce su lectura.

Humanizar el lado abstracto de las ideas es lo que consigue este poemario pues con pocas palabras el autor es capaz de concretar lo que podría ser con lo que está ocurriendo sin abandonar la esencia de lo estético.