Como poeta romántico, Fernando Marín crea en INDOMABLES [2020] un mundo de evasión para salvar el grave dilema que mantiene entre el cuerpo y su alma.
En la poesía erótica del autor se advierte, con bastante nitidez, el fenómeno de la sensualidad reprimida, de modo que sólo la ausencia de placer puede llegar a otorgarle el valor místico que, a veces, reflejan sus composiciones. De Marín, ha trascendido la imagen de poeta enamorado, angelical y romántico pero, a la vez, perverso. Soñador... pero concreto en su arquetipo de seductor. Y es que el autor muestra, sin rodeos, su poder e influencia, adictiva, en ocasiones, incluso sobre su amada.
Con este poemario, Fernando Marín pretende canalizar su energía y su búsqueda romántica, a veces idealizada, del placer e incluso del dolor mismo, como muestra de amor.
La vida del autor se muestra oscurecida por un sentimiento de falta de identificación entre lo perfectamente correcto y perversamente deseado, mitificando la figura de su compañera de «juegos».
Ambos fomentan, al unísono, la construcción y destrucción de límites fomentando una dualidad casi perfecta de sus vidas, prestadas en muchas ocasiones a disfrutar de las ocasiones, otorgando una visión que combina el reencuentro de dos amantes poseídos por el deseo carnal, con el regusto bohemio de una relación romántica y apasionada, que no necesariamente siempre van juntas.
En INDOMABLES [2020] los poemas no siempre aparecen ordenados, ni necesariamente identifican la escena, ya que el autor deja que se sucedan como una visión de reencuentros entre su amada y él, cobrando mayor intensidad según crece la fusión sentimental y literaria de ambos. Una vida intensa y de acción que emociona y despierta el interés del lector gracias a que el autor nos muestra al poeta desde un punto de vista humano y también sentimental.