Se podría pensar que Marín es... un poeta del amor; pero el autor nos comienza a mostrar más espinas que rosas en su poético jardín. De esta realidad dan cuenta sus versos publicados en LABIOS PARA UNA HERIDA [2020], como continuidad al PACTO [2019] establecido en esta intensa trilogía que presenta a un poeta desdichado, víctima de si mismo y de sus errores constantes, dejando heridas. Pero que, pese al fracaso, no puede dejar de amar. No quiere dejar de amar. Desgarrador testimonio de quien trata de sobrevivir a través de los labios de la persona a la que hiere una y otra vez constantemente.
Durante el peregrinaje sentimental del corazón, el autor reconoce que nada puede darle más satisfacción que entregarse por completo a su amada, buscando la mejor versión de si mismo, pero... las inseguridades, la baja autoestima y su incapacidad de reconocer que tal vez ha llegado tarde para sembrar amor, le hace repudiarse creando una sensación de quien se siente maldito para el amor. «Viví mi libro y escribí mi vida» nos reconoce el poeta. Es evidente que la sensibilidad de Marín deja expuesta su fragilidad sentimental, a veces incomprendida incluso por ella, sin conseguir culminar su deseo de poeta enamorado.